Centrales eléctricas de Coahuila y el lado oscuro de la fiesta del carbón

Adncoahuila


Las carboeléctricas de Nava son uno de los focos de contaminación más importantes del estado, pero de su operación dependen miles de familias.

Extra News, CARBÓN.- En 1982, la puesta en operación de la central carboeléctrica “José López Portillo” (Río Escondido), en el municipio de Nava, Coahuila, generó la fiebre del carbón, que ahora muestra un rostro de enfermedad.
Si bien el uso de ese mineral coahuilense data de las últimas décadas del siglo XIX, esta historia comienza a la mitad de los años sesenta del siglo pasado, cuando la Comisión Federal de Electricidad (CFE) decidió establecer la planta experimental Venustiano Carranza para probar si el carbón de flama larga, de la cuenca de Fuentes-Río Escondido, ubicada justo en el borde sur de la línea internacional, servía para la generación de electricidad.
Aquello escaló. En 1993, al instalarse la segunda central eléctrica, la Carbón II, en el mismo municipio, se multiplicó la demanda del combustible fósil. Pero también se anidó la cruda de aquella celebración: inició una historia de contaminación a la cual no se le ve final, es más, hasta los directamente afectados lo consideran un mal necesario.
Juntas esas centrales eléctricas operan ocho unidades con una capacidad de generación efectiva de 2,600 megavatios (MW) y de las 71 del país, ocupan el cuarto lugar en generación, solo superadas por las de Manzanillo, Colima; Altamira, Tamaulipas y Petacalco, Guerrero, esta última también carboeléctrica.
Ese es el rostro amable. Pero tiene otro. Según datos de la Comisión para la Cooperación Ambiental de México, Estados Unidos y Canadá, la Central Carboeléctrica “José López Portillo”, es la principal emisora de óxidos de nitrógeno del país, con 55,871 toneladas al año; primera en metano, con 153; segunda en dióxido de carbono, con 10 millones 106,597; primera en óxido nitroso, con 229; cuarta en partículas con diámetro inferior a 10 micrómetros (PM10), con 3,369; la cuarta en dióxido de azufre, con 115,762; y la octava de partículas con diámetro inferior a 2.5 micrómetros (PM2.5), con 1,459. En mercurio es la segunda mayor emisora con 678.1 kilos al año.
En tanto, la central Carbón II, es la segunda generadora de óxidos de nitrógeno del país, con 49,915 toneladas al año; tercera en dióxido de carbono, con 9 millones 072,239; tercera en metano, con 136.75; tercera en óxido nitroso, con 205; sexta en dióxido de azufre, con 103,319.05; sexta en PM10, con 3,011 y la onceava en PM2.5, con 1,307. Además, en la tercera en Mercurio con 604.79 kilos al año.
Todo un cóctel que, de entrada, implica una alta colaboración al calentamiento del planeta.