El Oso que se fue y vino, a la Muralla
A principios de los años dos mil se concluyó la modernización de la carretera Saltillo a Monclova que había iniciado en el Norte a finales de los noventa.
Justo en la emblemática Muralla se colocó un gran oso de cobre y bronce… pos se lo robaron. Hurtaron ese homenaje a la fauna del lugar y que mejor ejemplo que el mamífero más grande que habita esa zona serrana.
Y Ustedes se preguntarán ¿porque se fue y vino? pues porque se lo robaron una vez, volvieron a fundir la pieza, la volvieron a poner en su lugar… ¡y se lo volvieron a llevar! … sabrá Dios quien fue más cabezón, los que se los robaron o los que los volvieron a poner… “de pechito”, dijo el que traía la hulera.