Inviables previsiones de crecimiento, crisis podría tener grandes dimensiones en México

Adncoahuila

Mientras que AMLO afirma hasta 7.5% en el último trimestre, especialista señala la gran diferencia económica entre la regiones y la reactivación a costa de un alto contagio y saturación del sistema de salud

Saltillo, Coah. INFONOR.- El Instituto de Estudios Empresariales Coahuila Sureste señaló como improbables las previsiones de crecimiento anunciadas por el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, que hablaban de hasta 7.5 por ciento en el último trimestre.

Francisco Antonio Serrano Camarena, director del organismo, dijo que las previsiones federales son poco creíbles, dado que a nivel internacional diversas instituciones financieras señalan por el contrario, el siguiente trienio se consolidará la problemática económica para el país, que será de grandes dimensiones.

Citó como ejemplo el cierre de 150 mil unidades económicas en el país, que el 40 por ciento de la actividad que desarrollan las personas se hace de manera reducida porque hubo un recorte salarial que aún no se ha recuperado y que más de un millón 400 mil personas están fuera del sector laboral porque fueron despedidas; además, recalcó que el anuncio está hecho sobre estimaciones generales, de 39 organismos del sector económico y financieros en el país, no sobre cálculos matemáticos.

 “Estos crecimientos que vemos poco viables la verdad es que no van a darle a México una recuperación importante porque los mismos pronósticos y los mismos análisis que se están haciendo a través de diversas instituciones financieras, muestran que tampoco el año que viene va a haber un crecimiento importante ni más allá del 2 por ciento probablemente”.

Expresó que quienes dicen en el gobierno que México podría crecer en 3.5 por ciento tampoco garantizan el crecimiento ni siquiera del 2018, por lo que se tendrá un trienio perdido y la consolidación de una problemática económica sumamente importante para el país.

Dijo que aún no es momento de “echar las campanas al vuelo” y si bien hay algunos indicadores que reflejan una mejora del sistema económico, es natural porque se acaba de reactivar la economía en más del 70 por ciento.

Sin embargo, resaltó, se está haciendo a costa de un mayor número de contagios y de mayor utilización de los recursos sanitarios del país, lo que tarde o temprano tendrá consecuencias importantes ya que mermará la capacidad de la mano de obra para generar los insumos económicos necesarios, y a un mayor número de contagios, ciertos sectores disminuirán de manera importante su capacidad de generación de recursos.

“Este trimestre inicia el primero de julio y va a terminar el 30 de septiembre, Julio ya terminó y no con un crecimiento exorbitante ni desbordado, lo habrá pero modesto todavía, mayor que lo que traíamos, ya podemos hablar literalmente de crecimiento y nos reanima, pero es todavía de estar en el fondo y apenas empezar a impulsarnos para intentar subir, pero la presión es como estar al fondo del océano y que la misma agua evite que salgamos a un ritmo importante”.

Expresó que esta se da por tres elementos importantes: el primero la gran diferencia económica en términos regionales que tiene el país, es decir que no se tienen los mismos niveles en el Sureste que en el Norte, lo que hace que ciertas actividades económicas sean más preponderantes de otras; por ejemplo el turismo y el petróleo en el Sureste, ambas actividades que ahora y en el futuro seguirán en problemas serios.

Estimó que por mucho, se retomarán las actividades económicas a un 40 por ciento de lo que se tenía antes, con las restricciones sanitarias que se mantienen por la pandemia.

El segundo punto es la dependencia de otros mercados que arrancan con condiciones distintas, y no al mismo ritmo; en Coahuila, San Luis Potosí, Querétaro y Sonora por ejemplo, las entidades despegan muy por encima del promedio nacional pero se registran más contagios, lo que lleva a que las autoridades municipales y estatales empiecen a cerrar locales por violaciones de sanidad y se observen centros que son más propensos al contagio, lo que llevará a que la misma enfermedad marque un tope para reducir la actividad económica.

A ello se suma la dependencia internacional, como en el caso de la industria automotriz, lo que llevará a cerrar actividades o posponerlas en el país, con la consecuente disminución de la actividad económica y el empleo.

Finalmente, en el número tres están las contradicciones que se han visto entre las diversas autoridades en el país, ya que por ejemplo las cifras federales sobre la pandemia difieren de las entidades y las decisiones no van en conjunto.

“Hay una disociación entre lo que cada autoridad dice y lo que necesitamos para generar un crecimiento sostenido, esto va a hacer que haya un choque en las políticas que necesitamos para incentivar la actividad económica y empecemos a ver cómo de manera casi normal, esto va a ocasionar que las empresas empiecen a sufrir desde clausuras infundadas haya supervisiones que más que generar la protección de los trabajadores, sea un mecanismo para generar corruptelas”.