La escasez de chips amenaza a la industria automotriz en México

Adncoahuila

La recuperación en la producción de vehículos tras la pandemia se estanca en julio, con el menor nivel en lo que va de año.

ExtraNEWS, Economía, 16 agosto 2021.- La parte más diminuta del vehículo se ha convertido en un gran dolor de cabeza para la industria automotriz. Desde principios de año, no hay suficientes microchips para atender la demanda del mercado y la situación ha empeorado. Pese a ser uno de los mayores productores de automóviles del mundo, México carece de fábricas propias de chips y depende de las importaciones. Esenciales para varias partes del automóvil, la escasez global de estos productos amenaza la recuperación de un sector muy golpeado por la crisis económica.

El año pintaba bien comparado con 2020, que representa alrededor del 20% del PIB manufacturero de México. Tras una caída del 34% en la producción durante los primeros siete meses de 2020 respecto a 2019, el país armó 1,8 millones de vehículos entre enero y julio de este año, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La cifra se mantiene por debajo de 2019, pero es un 20% superior a la del mismo periodo de 2020.

Sin embargo, la alarma ha sonado en julio. Junto con una baja capacidad de transporte marítimo, la falta de chips o semiconductores, utilizados en sistemas de control como el velocímetro o los sensores de proximidad, empieza a pesar sobre la recuperación. La producción cayó a algo más de 221.000 vehículos, la menor cifra en lo que va de año y un 26% menor a la de julio de 2020, cuando apenas reabrían las fábricas tras el confinamiento. “Veníamos avanzando mes con mes, pero esta caída nos preocupa. Es una clara muestra de que la falta de semiconductores está afectando”, señala José Zozaya, presidente de AMIA, la asociación del sector. “El problema ha ido creciendo en vez de disminuir”.

Las fábricas mexicanas han respondido con paros técnicos o reducciones de turnos. Volkswagen disminuyó un 52% su producción y General Motors, otro 53%, según AMIA.