| Se intensifica la turbulencia política; Colosio y Samuel también irán por la “Grande” | Para el PRI es momento de sacar lo Revolucionario y dejar de lado lo Institucional

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| Se intensifica la turbulencia política; Colosio y Samuel también irán por la “Grande” | Para el PRI es momento de sacar lo Revolucionario y dejar de lado lo Institucional | Cuatro Poderes | Por: Jorge Arturo Estrada.

| Los partidos políticos son para ganar elecciones, si pierdes 15 no sirves

No deja de causar sorpresa la forma en la que los priistas se sumaron a su convención. Se trataba de hacer fuerte a su líder, tan desprestigiado y repetidamente derrotado. Con todos los militantes vestidos de rojo, como en sus tiempos de gloria, hasta se parecían a los antiguos, villistas, carrancistas, obregonistas, villistas, zapatistas que cuando se reunían sacaban sus uniformes para soltar vivas a esos líderes asesinados en la revolución y por los mismos revolucionarios. Esos veteranos festejaban a un movimiento social que ya no existía y que no existe.

Ahora un PRI derrotado, y en el peor momento de su larga historia, festeja que se queda sin poderío y sin prestigio. Este año, Alejando Moreno, perdió 15 elecciones y no ganó ninguna. Ahora, está listo para perder seis más en el 2022. Aun así, la militancia tan pasiva y desconcertada sostiene a la dirigencia nacional. Institucionalidad le llaman a eso, pero ahora es momento saquen a relucir lo revolucionario.

Es evidente que mientras sean las mismas dirigencias, los mismos personajes y discursos, tan gastados, los partidos opositores seguirán hundidos en las encuestas. Lo mismo que le pasa al PRI le pasa al PAN, perdió 13 de 15 elecciones este año, y va por cinco derrotas de seis estados para el 2022.

| Se intensifica la turbulencia política; Colosio y Samuel también irán por la “Grande”

México es un país de escenarios inéditos actualmente. Las sacudidas económicas políticas se suceden vertiginosamente. El mundo se volvió inestable y en nuestro país la estabilidad sistemáticamente ha estado prendida con alfileres.

Desde mediados del 2017 el avance morenista ha sido impresionante. En tres años de gobierno federal la 4T terminó por posicionarse. Ya existen dos Méxicos, uno en el discurso del presidente y los morenistas, y el otro entre el resto de la población. En la vida real solamente hay uno, que está más jodido, que es el que padecen la mayoría de los mexicanos.

En 2017, Enrique Peña fue incapaz de retener el poder para el tricolor y terminó cediéndolo, sumisamente, ante el vendaval obradorista y la debacle panista. Desde entonces, PRI ha perdido cada una de las elecciones para gobernador. Y, el PAN ha conservado un par. Además, varios altos funcionarios del peñanietismo han sido enviados a prisión, varios han sido evidenciado como corruptos, el excandidato presidencial panista está en medio de un proceso judicial, que lo tiene cerca de la cárcel, un gobernador albiazul fue desaforado y otros exmandatarios estatales son denunciados y varios perredistas están sometidos a lo mismo.

AMLO ha perdido el 20 por ciento del respaldo popular que tenía en el 2017 e inicios del 2018, sin embargo, su base de simpatizantes ronda el 60 por ciento. Hay declive, pero los otros partidos ni juntos lo alcanzan. Ya se destaparon a los precandidatos presidenciales morenistas como: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard quienes encabezan las encuestas.

En ese mismo período, surgieron jóvenes políticos que han llamado la atención. Ninguno de ellos es del Prian; uno es el gobernador de Nuevo León, Samuel García y el otro es Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey.

Este joven Colosio y los resultados de una encuesta nacional provocaron una reacción violenta del líder del PRI, reclamando la marca de Luis Donaldo Colosio Murrieta, como propiedad de su partido. Además, asegurando que él es mas conocido que el alcalde de Monterrey. El resto de los partidos están desconcertados ante el eventual surgimiento de un nuevo fenómeno político.

Así se debate en estos tiempos. La popularidad manda en la mente de los mexicanos y sus políticos. Poco importan los resultados, la realidad y las trayectorias.

Sería sumamente interesante presenciar un duelo entre un hijo de una leyenda, un joven clasemediero norteño y alguno de los veteranos políticos capitalinos Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard quienes compiten a la sombra del presidente López Obrador.