La advertencia desde Palenque: AMLO vigila, escucha y prepara su retorno

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En pleno desgaste institucional y presión internacional, López Obrador fija públicamente las tres causas que lo sacarían de su retiro. No es nostalgia: es reposicionamiento estratégico en el momento preciso.

Por: Jorge Arturo Estrada García | En la política mexicana no existen las casualidades. Sólo existen los tiempos políticos. Y en diciembre de 2025, el reloj apunta al potencial regreso de Andrés Manuel López Obrador, en sus propias palabras y términos. Así, primero presenciamos cómo cayó, Alejandro Gertz Manero. Unos días después, sin previo aviso, apareció un video, cuidadosamente filtrado,  del expresidente. No fue nostalgia, no fue una charla doméstica. Fue un mensaje. Una marca en la roca. La confirmación de algo que muchos vislumbraban: el hombre que juró retirarse voluntariamente, jamás se fue del todo.

López Obrador siempre ha dominado la narrativa épica. Ahora, desde Palenque, estableció tres condiciones para su regreso a la política activa.

Primero: La defensa de Sheinbaum: el retorno por un “golpe de Estado. “Si la acosan, salgo.” No es una frase. Es una advertencia. El expresidente sabe que su sucesora gobierna un país fracturado, sostenido por alfileres, presiones externas y viejos operadores que él mismo dejó incrustados en las tuberías del poder. Sheinbaum carga con el peso de un legado que no pidió, y con el costo político de figuras como Adán Augusto y Ricardo Monreal, que cobran diezmos políticos del tamaño de sus encomiendas. El mensaje es claro: Si Sheinbaum tropieza, él vuelve. Y vuelve como dueño del movimiento.

Segundo: La democracia como sobrevivencia. Esta segunda llave para su regreso es el “fraude”. La palabra que lo llevó al poder. La que usó durante décadas como espada y escudo. Para López Obrador, el voto es “la sobrevivencia del pobre”. Y si alguien atenta contra eso, él será el primero en salir a la calle.

Sin embargo, los mecanismos democtráticos han sido destruidos bajo sus instrucciones. En la actualidad, solamente tenemos una democracia acotada y sin instituciones confiables. Todas han sido coptadas por su movimiento morenista. Ahora, él se quiere posicionar como el guardián de la democracia mexicana.

La tercera razón, que esgrime, es la defensa de la soberanía. Una bandera, que en su sexenio ondeó cada mañana, pero que hoy enfrenta tensión real: Trump y sus amenazas arancelarias, el riesgo de que México se convierta en rehén de su propia dependencia comercial y los enormes pecados en corrupción e inseguridad de la clase política gobernante.

AMLO advierte que regresaría para evitar una humillación nacional. Sin embargo, el escenario es complejo. La relación comercial con Estados Unidos está en riesgo. Trump trae las mejores cartas, además quiere lucirse ante su electorado y el tema de la inseguridad en México y el fentanilo están sobre la mesa de las negociaciones.

Es un hecho, que Washington tiene una lista de políticos morenistas que le gustaría ver encarcelados y despojados de sus cargos. Sin embargo, esa limpieza en las filas de Morena no entra en los planes del expresidente. El tabasqueño  está muy atento, nervioso y molesto.

El mensaje es para Palacio Nacional, para sus fieles y para sus adversarios. Pero, sobre todo, para los guindas que piensen en traicionarlo a él, a su familia, y sus “hermanos”. Las cosas vienen intensas. Veremos.