El día que Mohamed le dijo al América: «Les dejo la copa pero me llevo la dignidad»

Cuando Antonio Mohamed levantó la copa con el Club América en diciembre de 2014, pocos imaginaban que sería su último acto como técnico azulcrema. La frase “Les dejo la copa y me llevo mi dignidad” no solo cerró un ciclo; se convirtió en un símbolo de cómo el éxito deportivo no siempre garantiza respaldo institucional.
Condiciones y contexto
El «Turco» arribó al Nido en diciembre de 2013, con la tarea de mantener al América en la élite tras la salida de Miguel Herrera. En su primer año dirigió los torneos Clausura y Apertura 2014. El América fue protagonista absoluto durante el segundo semestre, liderando la tabla desde la Jornada 3 hasta el título: dejó fuera a Pumas, después a Rayados, y finalmente venció a Tigres para consagrarse campeón por duodécima vez.
Pero mientras el equipo volaba alto en la cancha, fuera de ella el ambiente se enrarecía.
Acciones, tensiones y decisiones
Desde la fase final del torneo, la directiva ya movía piezas a espaldas del entrenador. Ricardo Peláez y Yon de Luisa negociaban con Gustavo Matosas, técnico bicampeón con León, para reemplazar a Mohamed sin importar el resultado en la cancha.
La filtración de esta operación a los medios fue una bomba. Mohamed se enteró antes de la final. El vestidor lo supo. Y, para colmo, hubo un choque con Paul Aguilar, uno de los jugadores más influyentes del plantel.
Aun así, el equipo fue campeón. Pero el ciclo estaba roto. Ya no había vuelta atrás.
Las razones de una salida cantada
1. Decisión tomada desde arriba: La directiva priorizó el estilo ofensivo de Matosas, su cercanía con la tribuna y su imagen mediática. El proyecto de Mohamed, aunque eficaz, no era del agrado de los altos mandos.
2. Relación desgastada: El trato recibido por el técnico argentino, quien supo por terceros que no seguiría, fracturó cualquier posibilidad de continuidad.
3. Conflictos internos: El altercado con Paul Aguilar reflejaba un vestidor dividido, que también pesó en la evaluación final del proyecto.
4. Críticas al estilo de juego: Aunque logró el campeonato, el América de Mohamed fue tildado de pragmático y poco vistoso, algo que incomodó tanto a la directiva como a parte de la afición.
Mohamed se va con la frente en alto
El 14 de diciembre de 2014, Antonio Mohamed se despidió como campeón. Lo hizo sin reconciliación, pero con entereza. “Les dejo la copa y me llevo mi dignidad” fue su última jugada, un mensaje que resonó más allá del vestidor.
Su caso sigue siendo un ejemplo de cómo el éxito deportivo puede chocar con decisiones corporativas, egos internos y una industria donde las formas, a veces, pesan más que los resultados.