Democracia traicionada: el experimento obradorista la deja en ruinas

Democracia traicionada
Adncoahuila

México vive una tormenta de desconfianza que frena inversiones, mina el desarrollo y crece la inseguridad.  La destrucción institucional en México avanza con el Plan C de AMLO. Los contrapesos desaparecen, la democracia se destruye.

Por: Jorge Arturo Estrada | No hay desarrollo. No hay confianza. Ya tampoco hay democracia. El país está fracturado. El gobierno federal apuesta por el Plan C de Andrés Manuel. López Obrador “Mandó al Diablo las Instituciones”. El autoritarismo se impone. Ya cambiaron la constitución a su gusto. Ahora las leyes protegen al poder y no a los ciudadanos. El país está polarizado. Los tontos útiles llenan los espacios. Y, sin embargo, la desconfianza invade a los mexicanos.

Al diablo con las instituciones. Así lo expresó Andrés Manuel, desde su púlpito presidencial. Primero desacató las resoluciones judiciales. Posteriormente, le declaró la guerra al poder judicial, finalmente lo destruyó. Los nuevos juzgadores provienen de una farsa de elección. Llegarán marcados como “jueces carnales”, electos por los acordeones morenistas. Aunque cada uno de ellos, claro, tendrá la oportunidad de labrarse su propia historia.

La desconfianza detuvo al desarrollo del país. No habrá mejor calidad de vida, en el corto plazo. Tampoco mejores empleos. La inseguridad sigue imperando y las inversiones extranjeras ya no llegan. La destrucción del Estado de Derecho enturbia directamente el ambiente de negocios. Las leyes de espionaje aumentan la tensión.

En la actualidad, la carestía carcome a los presupuestos familiares. La escasez de medicinas, la destrucción del sistema de salud empeora las cosas. La inseguridad que impera, en muchas zonas del país complica la vida de las familias. Así, los mexicanos requieren, cada día más, del dinero que les llega por medio de las Becas del Bienestar. La pobreza y la dependencia le caen “como anillo al dedo” al proyecto de poder del expresidente, López Obrador.

La dictablanda que impuso el PRI, postrevolucionario, que fue evolucionando del país en caos al de sustitución de importaciones; luego, al del Modelo del Milagro Mexicano, a las mega crisis de la Docena Trágica, hasta llegar al neoliberalismo.

La apertura de México al mundo ofreció la oportunidad para reconstruir el modelo político, casi simultáneamente que el económico. Así, impulsados por los ciudadanos que exigían democracia en muchos frentes, surgieron nuevos liderazgos y nuevas instituciones, que fueron arrancadas al poder. Así surgieron el IFE, primero; y luego el INE, el INAI, el Insabi, el Ceneval, el Coneval, el Tribunal Electoral, entre otros. Los contrapesos de los organismos autónomos generaron confianza, y fortalecieron el frágil sistema democrático, a lo largo de los últimos 30 años. Muchas de sus decisiones, observaciones, recomendaciones y reportes generaron confianza entre los mexicanos de varias generaciones.

Entramos en una serie de crisis, que se desprenden de la desconfianza sembrada por el nuevo régimen. Ya, también hay una creciente crisis de empleo. Solamente 6 mil nuevos puestos de trabajo se han generado, en lo que va del año, se requieren 700 mil anualmente. El factor Trump, también afecta.