México en la tormenta: economía en declive, democracia en ruinas

La seguridad nacional está colapsada, mientras Estados Unidos presiona y amenaza con intervenir. Los programas sociales sirven para consolidar clientelas, no ciudadanía.
Por: Jorge Arturo Estrada | México ya está inmerso en una Tormenta Perfecta. Atravesamos por una serie de riesgos económicos internos y externos que trastocan la vida nacional. El futuro se percibe sombrío, la democracia fue asesinada. Y, las proyecciones de crecimiento son negativas para 2025 y 2026, según reportan organismos internacionales y calificadoras como el Banco Mundial, Fitch Ratings y BBVA.
Es evidente, que esta situación crítica se genera por la combinación de factores domésticos, como la incertidumbre que suscitan las reformas constitucionales, del Plan C de Andrés Manuel, y el aumento del déficit fiscal a niveles no vistos en 35 años. Adicionalmente, las exigencias, de Donald Trump, generan incertidumbre.
En el ámbito económico y financiero, la economía mexicana se percibe como muy debilitada y altamente dependiente de la manufactura de exportación, amenazada por los planes de Trump. El crecimiento ha sido nulo y la recesión acecha, mientras que el desempleo aumenta y la Inversión Extranjera Directa (IED) está detenida por las amenazas arancelarias de la Casa Blanca y la incertidumbre interna.
Pemex, por su parte, se encuentra virtualmente en quiebra con una deuda que supera los 100 mil millones de dólares, representando un enorme lastre para el gobierno, y la deuda externa general también se ha disparado. Las esperanzas puestas en el nearshoring se disipan, ya que Trump busca que las nuevas inversiones productivas se instalen en Estados Unidos.
En lo político, el país se desliza hacia un régimen autoritario. La Cuarta Transformación ha mutado en «Obradorismo» y ha desmantelado el Estado de Derecho y el Poder Judicial. Se ha consolidado un dominio casi absoluto sobre los tres poderes.
La captura del Poder Judicial a través de una elección viciada pero validada por el INE, a pesar de numerosas irregularidades, redacta el epitafio de la división de poderes. Además, persiste la intención del expresidente, López Obrador, de consolidar un «Maximato» y luego, perfilar a su hijo, Andrés López Beltrán, para la presidencia en 2030. Esto genera, tensiones y una lucha interna por el poder dentro del oficialismo.
En lo que respecta a la seguridad, la situación es desoladora. México está «agobiado por la inseguridad» y la impunidad es casi total, con cientos de miles de homicidios y desaparecidos. Millones de familias habitan en territorios dominados por la delincuencia, y el país ha sido etiquetado como «narco estado» por Estados Unidos. La Casa Blanca ha ejercido una presión contante, forzando al gobierno mexicano a desmantelar la estrategia de «Abrazos y no Balazos». Incluso, ya se menciona, que tropas estadounidenses están listas para intervenir y vigilan el país con alta tecnología.
Socialmente, México enfrenta profundas desigualdades. Es uno de los países con mayores niveles de pobreza y desigualdad de ingreso entre los 38 miembros de la OCDE, con el 34.2% de la población viviendo en la pobreza, incluso después de recibir transferencias. La pobreza laboral aumentó al 35.4% en el cuarto trimestre de 2024, lo que significa que el salario no es suficiente para la alimentación básica.
En la actualidad, los programas sociales son percibidos más como un medio para «comprar lealtades» y «acarreo electoral» que para consolidar derechos o construir ciudadanía. Los niveles educativos son de los más bajos de la OCDE, con malos resultados en las pruebas PISA y una disminución en el promedio de libros leídos por los mexicanos. En general, México destaca en desigualdad de educación y atención médica, desigualdad social y desigualdad de oportunidades a nivel mundial, según el Índice de Competitividad Mundial, IMD.
Finalmente, el «factor Trump» emerge como un elemento disruptivo, que podría determinar el futuro inmediato de México. El gobierno morenista, que se muestra tan soberbio y agresivo en lo interno, se vuelve dócil, reflexivo y cooperador, ante las exigencias de Trump, quien busca lucirse ante sus bases electorales aprovechando las vulnerabilidades del país.
La presidenta actual enfrenta la «tormenta» dejada por la administración anterior y las constantes demandas de Trump. En este complejo escenario, la capacidad de México para evolucionar hacia la mentefactura de alta tecnología y a un desarrollo sostenido parece lejana, con una sociedad que, en gran parte, observa con apatía la destrucción de la democracia y el hundimiento silencioso del país. Veremos.