El modelo de vivienda popular condena a la pobreza

Adncoahuila

Chilena experta en la materia crítica los programas que siguen países en desarrollo, pues no resuelven problemas sociales y generan mayor marginación

Saltillo, Coah, INFONOR.- Tal y como están planeados los programas de vivienda actuales en países en desarrollo, más que solucionar un problema se está incentivando la pobreza al reducir a quienes tienen necesidad de un sitio para vivir a confinamientos apartados de servicios básicos e infraestructura, consideró la ex ministra de Vivienda de Chile Paulina Saball Astaburuaga.

 “El tema más bien es que no hemos sabido combinar la producción de vivienda con la generación de barrios y de una ciudad equilibrada; y en segundo lugar que no hemos ido tomando las medidas de gestión del suelo urbano y éste ha ido subiendo de valor excesivamente, y junto con expulsar a los sectores más vulnerables, ha hecho que el valor de la vivienda sea cada vez más alto”.

Quien fuera la responsable de vivienda en dicho país, en el gobierno de Michelle Bachelette, Paulina Saball Astaburuaga, presentó una ponencia en el marco del Foro Internacional para la Vivienda Adecuada y la Urbanización Sostenible, que se desarrolla en Saltillo, en el que analizó la política que ella llevó a cabo en su país, y que dijo, tuvo los mejores desempeños en números pero se olvidó de lo esencial: resolver un problema social.

Si bien en Chile el 90 por ciento del costo de la vivienda se subsidia por el Estado, lo que beneficia a los sectores más vulnerables que sólo complementan con un ahorro, y en el caso de los sectores medios actualmente la tasa del hipotecario ha ido bajando significativamente; la protesta ha sido por la localización de las viviendas locales y el acceso de las familias a una adecuada calidad de vida con barrios equipados y proximidad a los centros de trabajo.

Saball Astaburuaga indicó que las políticas actuales también han hecho que en el caso de los sectores medios se haga más inaccesible la vivienda, por lo que los recursos estatales alcanzan para cubrir a los sectores más vulnerables en una solución que no satisface las necesidades de bienestar y deja sin acceso a la misma a los sectores medios.

 “Al final del día lo que tenemos que reequilibrar es el concepto de desarrollo urbano, para garantizar a las personas iguales oportunidades de acceder a los bienes urbanos que generan bienestar, y no solamente producir viviendas para satisfacer la necesidad de tener una propiedad”.

Recalcó que el hecho de generar vivienda por sí mismo no genera bienestar, ya que éste es mucho más que sólo poseer un espacio donde habitar, sino pertenecer a un lugar donde la persona se sienta identificado y tenga condiciones para convivir con sus vecinos, acceso a sitios de educación y a la salud, así como al transporte.

Consideró que no se trata de hacer primero la vivienda y luego los servicios o viceversa, sino de hacer las dos cosas a la vez, ya que el proceso en el caso de Coahuila, es que todos los actores se sienten a resolver el tema, pues por sí mismo implica sacrificios por parte de todos ellos.

 “O que los sectores acomodados aporten  más o que tengamos que construir en altura en aquéllos lugares donde no queremos, o que haya más participación, esto no es una ecuación que se resuelva sola; por eso humildemente digo: lo que a nosotros nos faltó fue decir esto no es sólo puro ofrecimiento de soluciones, sino sentarnos todos y ver cómo construimos una forma distinta poniendo cada uno la parte que le corresponde”