México al borde del totalitarismo: La persistencia de AMLO y la incertidumbre de Sheinbaum

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Violencia y corrupción en aumento; ¿Hacia dónde va el país, remesas y maquilas: ¿Es este el futuro de la economía mexicana? El modelo se asemeja al del PRI ancestral, con Morena consolidando su poder mediante programas asistencialistas.

Por: Jorge Arturo Estrada | Entramos a una etapa política turbulenta. El país no está pacificado. La violencia impera en amplias zonas del país. Los homicidios, desapariciones y extorsiones se multiplican. El poderoso presidente, Andrés Manuel López Obrador, se resiste a dejar el poder y la presidenta electa Claudia Sheinbaum, no se decide a reclamarlo. Por lo pronto, estamos ante la construcción de un régimen totalitario como el que padecimos en los años setenta.

Lejos de evolucionar al Estado de Bienestar de una social democracia, estamos involucionando al país de una Presidencia Imperial. La democracia va en vías de ser cancelada. Ya, ha quedado atada a los programas federales asistencialistas que generan votos, y hacen ganar elecciones al partido en el poder.

Es evidente que no hay ideologías entre la mayoría de los electores mexicanos. Estamos en la etapa en la que el deseo de obtener dinero, en efectivo, entregado por el gobierno federal, se impone a cualquier otro argumento. Ni la inseguridad, el desempleo formal, el escaso acceso al sistema de salud y a las medicinas desaparecidas se manifestaron con fuerza en las urnas.

Ya casi completamos seis años gobernados por un personaje forjado en los años setenta del siglo pasado. Con esas ideas, establecidas como pauta, seguiremos. No habrá evolución a la Sociedad del Conocimiento, persistiremos en las manufacturas y maquilas, y de taqueros y ambulantes que tanto enorgullecen al discurso político.

El mundo cambia aceleradamente y nos rezagamos en educación, generación de talentos y patentes. Nos enorgullecemos por la entrada de miles de millones de dólares de las remesas, de los paisanos que expulsamos por la violencia y por las incapacidades de darles oportunidades de ganarse la vida dignamente.

En este proceso electoral la abstención fue mayor que hace seis años. Tanto el PRI como el PAN, perdieron más competitividad. El poderío de Andrés Manuel convierte a Morena en una maquinaria de acarrear votos y ganar elecciones. Es un modelo muy similar al del PRI ancestral.

Los medios se volvieron incompetentes para formar opinión pública, crítica o informada, sus alcances fueron de espacios reducidos. La comentocracia es cada vez menos atendida en el Círculo Rojo; ha sido, cada vez, más atacada y queda más debilitada. Los personajes en el poder ya no la respetan. La formación de opinión se va dando por otros canales y en otras formas. Y al parecer, muy poco afectaron al morenismo a la hora de emitir los votos. El manto presidencial los cubre de cualquier acción judicial, mientras que los periodistas denunciantes son perseguidos en formas diversas.

Al revisar el sexenio obradorista es evidente que la corrupción imperó. Decenas de grandes escándalos de enriquecimiento ilícito fueron denunciados y encubiertos.

La libertad de expresión está bajo fuego. Los contrapesos democráticos, construidos durante décadas, van en vías de ser destruidos. Entramos a una etapa oscura, que será difícil. Será una etapa extraña, aun en un país tan bizarro como el nuestro. Se perfila un Maximato. Aunque, será interesante verlo gestarse o siendo extirpado, ya sea de tajo o con suavidad. Veremos.