El tramo final del sexenio será un vendaval, AMLO luchará por mantener el poder

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El tramo final del sexenio será un vendaval, AMLO luchará por mantener el poder

|Cuatro poderes |  Por Jorge Arturo Estrada | La política mexicana está en temporada de ciclones. La información y las descalificaciones se agolpan, sacudiendo los escenarios. El presidente y los militares quedaron atrapados bajo fuego informativo que ya trasciende los medios formales y las fronteras. El hackeo de millones de documentos, ocultos en los archivos de la milicia, la más hermética de las instituciones mexicanas, trastocará el tramo final del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador. Justo a dos años de que se agote su mandato. Será una recta final trepidante y de elecciones y traiciones.

La última capa de moralidad, que cubría la leyenda del presidente López obrador, estaría a punto de ser raspada y quizá hasta borrada para siempre. Esa delgada pátina, que siempre presumió como su máxima prenda, “que lo volvía diferente”, podría desaparecer definitivamente. Ya se ha ido desgastando, por sus formas frívolas de perdonar y justificar las irregularidades y excesos de sus colaboradores, y de su gobierno.

La aparición del libro, El Rey del Cash, a mediados de octubre, aportaría luz sobra la misteriosa forma de financiar a su movimiento político durante más de una década, también explicaría cómo se puede estar sin trabajos, carteras, tarjetas, criar a 4 hijos y andar recorriendo los municipios mexicanos. Los adversarios explotarán al máximo estos detalles y los que los hackers de Guacamaya aporten. Adicionalmente, los temas gubernamentales, resguardados como de Seguridad Nacional, serían publicados en serie.

El presidente se convirtió en un maestro del engaño, sedujo a 30 millones de votantes, pero luego se convirtió en un mandatario que no cumple sus promesas. La base de su gobierno no son los hechos, son las palabras; pero, su narrativa está plagada de mentiras y frases desgastadas de tanto usarlas.

Andrés Manuel, transformó la esperanza de cambio de los mexicanos en decepción, fervor, odio y agradecimiento entre la base dura de sus seguidores. Los más pobres, se aferran a no perder el dinero de los programas sociales; entonces, solamente el sector ilustrado clasemediero y progresista ya ha desertado y está a la expectativa, desencantado y azorado. El vendaval que nos ha sacudido los últimos años ha sido intenso y va en aumento.

Estamos presenciando la formación de otro partido monstruo, que podría apoderarse de México por décadas. De ese tamaño, es el fenómeno político en el que estamos inmersos. Se trata de la muerte de un gran dinosaurio decrépito que será sustituido por otro, aún amorfo, integrado por residuos, de todas las clases, de todos los partidos de las últimos cuatro décadas. Son tipos sin ideologías, muchos de ellos ya son ricos políticos, retoños de dinastías caciquiles del México tricolor de antaño. A los que, casi inexplicablemente o tal vez no tanto, los electores, los han llevado al poder de padres a hijos, de hermanos a hermanos, en todos los niveles y en cada rincón del país. Es una clase política que persiste, casi sin renovarse, y que enquistados se reproducen.

Hablar de la política implica tratar de explicar el impacto de los gobernantes y sus decisiones en la vida de los mexicanos y sus familias. En un país como México, en donde se gobierna sin contrapesos durante la mayor parte del tiempo, es indispensable hacerlo para comprender los rezagos e injusticias sociales imperantes.

Por lo pronto para el tramo final, en la lucha por el poder, ya está establecido que el presidente es un personaje muy poderoso, con fuerte respaldo popular. También, que Andrés Manuel es un hombre con una salud precaria. Que su partido y los votos giran en torno a él. Que sus adversarios están debilitados y desconcertados. Y, sobre todo, que vienen tiempos interesantes. De eso ni duda cabe. Veremos.

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