Aumento al ISN en Coahuila, un pequeño respiro para el gobierno de Manolo Jiménez

Adncoahuila

Por: Jorge Arturo Estrada | Las cosas se complicaron cuando el gobierno federal castigó presupuestalmente a Coahuila. Ahora, Manolo Jiménez, está convenciendo a los empresarios, y a sus asociaciones, para que acepten que se les aumente el Impuesto Sobre Nóminas, del dos, al tres por ciento. La gente del dinero, solicita que esos recursos se integren a un fideicomiso y que exista un consejo paritario que tome las decisiones respecto a la forma y lugar en que se apliquen. Sin engaños.

El nuevo gobernador, ya comprometió su palabra y al parecer ya logró consensos. El incremento de los ingresos generará recursos. El año pasado, la recaudación fue de 3 mil 130 millones de pesos. Con la reforma propuesta para el 2024, se captarían cerca de mil 500 adicionales. Lo cual, sería un triunfo relevante, aunque simbólico, ante los apuros económicos y la inflación. Esos recursos frescos, equivalen a menos del dos por ciento del presupuesto de casi 57 mil millones. Pero algo es algo.

Desde hace casi 18 años, se inició una disputa entre los gobiernos estatales y las cámaras empresariales, de diversas regiones de Coahuila, por causa del ISN. En los sexenios de Humberto y Rubén Moreira se dieron situaciones ríspidas y rompimientos. En el actual, con Miguel Riquelme las cosas mejoraron y las aprobaciones a los proyectos se dieron, más armónicamente.

Este impuesto, inició en los años ochenta del siglo pasado. Se proponía para uso exclusivo en cada municipio, con obras, en beneficio de los trabajadores. Luego se amplió a regional. Aunque se ha usado para financiar ampliaciones carreteras, libramientos, programas sociales y hasta como garantía en la megadeuda. En el 2011, los legisladores aprobaron el incremento del 1 al 2 por ciento del ISN.

A través de los años empresarios, organismos civiles y alcaldes han participado en polémicas por la aplicación de esos recursos del ISN. La llegada de la megadeuda estatal y los apuros presupuestales, aceleraron las pugnas. Esas deudas bancarias se contrataron muy caras, en términos desventajosos y apurados. Se originaron, en las maniobras de falsificación de documentos por parte del encargado de finanzas estatales, Javier Villarreal. Para evitar denuncias de los bancos, se legalizaron los créditos y las participaciones federales quedaron en prenda y parte del ISN también.

El Congreso del Estado analiza la propuesta del gobernador, Riquelme Solís, para incrementar el Impuesto Sobre Nómina, como una de las medidas para contrarrestar los recortes de las participaciones federales, que Coahuila y sus municipios, han sufrido año con año, que ya superan los 23 mil mdp en el sexenio.

El presupuesto insuficiente, será el gran problema al arranque del gobierno de Manolo Jiménez. El gobierno federal no lo favorece, como a Nuevo León y a las entidades sureñas. Las inercias de gastos y costos, en la operación del gobierno estatal, deberán ser revisadas a fondo. La eficiencia se impone. La otra opción, es rezar porque el obradorismo pierda poder en las cámaras y en la presidencia. Si eso no sucede, serán otros seis años de un padrastro o madrastra en Palacio Nacional, difícil de tratar. Veremos