Elecciones Decisivas: El Futuro de la Democracia está en Juego, AMLO las considera un referéndum

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Las próximas elecciones presidenciales se perfilan como las más importantes en la historia moderna de México. Con una intervención intensa del presidente AMLO. La incertidumbre persiste, mientras los ciudadanos se preparan para el duelo crucial entre morenistas y opositores.

Por: Jorge Arturo Estrada | Serán las elecciones más importantes de la historia moderna del país. Serán unas elecciones de estado, en las que el presidente de la república intervino, intensamente y con descaro. Es la elección presidencial, más importante, porque está en juego la democracia. Andrés Manuel López Obrador, y su candidata Claudia Sheinbaum, quieren reimplantar un régimen autoritario con un presidente todopoderoso. Será un duelo entre morenistas fieles, votantes acarreables y ciudadanos libres que se oponen a los planes del tabasqueño. Para AMLO y su ego serán un referéndum a su gobierno.

La incertidumbre lo invade todo. El poder del presidente es aplastante. Es un momento crucial. AMLO tiene miedo a perder. Los escenarios son inéditos y movedizos. Encuestadoras y medios reprueban en veracidad. Entonces, los cuestionamientos surgen, con fuerza; ¿Los mexicanos seremos capaces de derrotar a Andrés Manuel, y a sus ejércitos de beneficiarios de programas sociales? ¿Aceptará López Obrador su derrota y la de su candidata? ¿Soltará al tigre?  Ya, estamos muy cerca de la jornada electoral. Nos acercamos a días turbulentos.

Estamos en horas decisivas, para el futuro del país. Estamos ante un personaje que se envolvió en el cinismo y la mentira. Frente a un político que desafió a todos los contrapesos del poder, y de la democracia; a un personaje que los ataca, desprestigia y destruye sistemáticamente. Pronto, veremos si decide someterse a la ley. O si, habremos de repetirle que la ley es la ley. Podría darse el caso, de tener que reclamarle que la respete.

¿Por qué llegaríamos a esa encrucijada? Básicamente, porque López Obrador no va a aceptar una derrota, el 2 de junio, señalan los que lo conocen. No lo haría, por todo lo que está en juego. Una derrota de Morena sería su derrota definitiva, tanto en lo personal como en lo político. Entonces, para intentar evitarla, va con todo y con toda la fuerza de su gobierno.

El fin de sexenio está marcado por el fracaso y la tragedia. Sin embargo, solamente con la afluencia masiva a las urnas, se podrá derrotar a la maquinaria electoral diseñada por el tabasqueño. La Cuarta Transformación domina 24 estados y el PRI solamente en uno. El resto. se lo reparten el PAN y el Movimiento Ciudadano que tiene 2.

El frente opositor, con Xóchitl Gálvez a la cabeza, ha logrado emparejar la competencia y puede ganar. Las clases medias rechazan, ampliamente, a López Obrador. Los electores más viejos están dispuestos a derrotar al presidente y a sus maniobras. Ellos, son los que sacaron al PRI de Los Pinos en el 2000.

Sin embargo, actualmente, los jóvenes son una incógnita. Son los que votan menos, son los menos informados, son los que más evaden las noticias de política, son los que evitan los temas polémicos y las polémicas. Su presencia y sus ausencias, ante las urnas, podrían definir el futuro del país. Veremos.