Reaparece AMLO, desaparece a la democracia y él reconstruye la Dictablanda

Con las instituciones capturadas y el Plan C implementado, López Obrador se convierte en el arquitecto de un sistema autocrático sin contrapesos reales.
Por: Jorge Arturo Estrada | Reaparece Andrés Manuel. La democracia desaparece. La venganza, de López Obrador, ya es un hecho. El Palacio Nacional implementó el Plan C. La Cuarta Transformación consolida un gobierno totalitario, así pasará a la historia. Así regresamos a las farsas electorales.
Así, se percibe que, junto a los héroes que lucharon por la libertad y el despotismo, Andrés Manuel se ganó su lugar en la historia. Sin embargo, su papel principal será de destructor de la primavera democrática mexicana. Y, por supuesto, el reconstructor de la Dictablanda, la del viejo PRI, que había muerto con el fin del siglo XX.
Así, se consuma la llegada de los “ministros del acordeón a la Suprema Corte”. Ellos, obtuvieron las mayores votaciones. Hubo organización, acarreos y descaro morenista. Así, vimos cómo las elecciones fueron procesos sucios, tramposos y el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral actúan como cómplices del gobierno federal y el partido en el poder.
Entramos a una nueva etapa, de la que podríamos tardar en salir décadas. El morenismo se ha convertido en un partido poderoso. Con una estructura de acarreo cada vez más fuerte. Mientras que el PRI y el PAN siguen encogiéndose.
Así, AMLO, alcanza una de sus metas más importantes. Ahora puede cambiar la constitución a su antojo y construir un Nuevo Régimen, a su gusto. En contraste, la presidenta, Claudia Sheinbaum, salió mal librada de la elección del Poder Judicial, porque la afluencia a las urnas fue escasa. Alrededor de 13 millones en un padrón de 100 millones de electores. Adicionalmente, los ministros de la corte serán afines a López Obrador, lo mismo que sucede en el senado y la cámara de diputados, no a ella.
Sin embargo, el tabasqueño, deberá enfrentar los potenciales embates de Donald Trump en el marco de su agresividad hacia las organizaciones terroristas, cárteles, y los tratos de los líderes encarcelados en el sistema judicial estadounidense.
Por su parte, la presidenta, en el corto plazo, deberá sortear la recesión, la renegociación del T-MEC, las exigencias de Trump, la escasez presupuestal, las ruinas de Pemex y la CFE, la delincuencia, la corrupción que viene como legado del tabasqueño, la escasez de medicinas, los desaparecidos, la deuda externa galopante, etcétera. La historia registra varios ejemplos del asistencialismo, que es pan para hoy y es la generación de las mega deudas, y las crisis, para mañana. Veremos.