¿Se desgasta el carisma del seductor tabasqueño?

Adncoahuila

En un país cada vez más polarizado y envenenado las victorias son pírricas, el desprestigio de los profesionales de la cosa pública es enorme y sigue creciendo. La política mexicana se caracteriza por una serie de conflictos entre los malos y los peores. Todos han demostrado ser iguales, ser los mismos, solamente con colores distintos, a los que están dispuestos a traicionar a cada momento. Los ciudadanos a veces se detienen a observarlos ante la estridencia de los pleitos. Aunque, generalmente están inmersos en tratar de sacar adelante a sus familias en un país en decadencia y mal gobernado. |Cuatro Poderes | Por: Jorge Arturo Estrada.

Luego de más de 40 meses del gobierno de la transformación es evidente su fracaso. En el tramo final, para el presidente, lo importante será inaugurar sus obras, como estén. Y, también ganar las elecciones, aunque sea mediante el arsenal de mañas priistas que aprendió cuando fue tricolor y bajo el lema del Haiga sido como haiga sido”, panista.

Son dos grandes cosas las que proyecta consolidar en los cerca de 30 meses que le quedan. Primero, pasar a la historia con sus obras y programas insignia. Y luego, ganar las elecciones para construir su Maximato y asegurarse que nadie borre sus logros para que su nombre se consolide en el panteón de los héroes nacionales. Y, luego convertirse en el gran líder del país desde su rancho tabasqueño.

Así, desea estar a la altura de Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos, porque dejó reservado al litio. Aunque fracasó en su intento de regresar la generación de energía a los viejos monopolios estatales.

En la Reforma Eléctrica volvió a perder el presidente, sigue su mala racha. Sin embargo, la siguiente batalla ya está emplazada y el Instituto Nacional Electoral es el adversario señalado. Las reglas y el árbitro deben cambiar para el asalto final: las elecciones presidenciales del 24. Es indispensable asegurar una victoria.

Cada una de estas batalles políticas, deja daños en la calidad de vida de los ciudadanos. La inseguridad, el pésimo sistema de salud, el desempleo, la informalidad, la inflación y el estancamiento de la economía del país se traducen en problemas cotidianos en cada hogar y para cada familia.

La transformación operada por sus leales, pero ineficaces colaboradores, ya está resultando tóxica. Andrés Manuel, sigue atravesando por una mala racha, las encuestas lo muestran en declive. ¿Acaso ya perdió su aura de santón incorruptible y su carisma? Lo cierto es que ya no seduce como antes y ahora tiene que acarrear votantes.