Olvidar lo aprendido puede devolvernos al encierro

Adncoahuila

Así que toca vivir una nueva normalidad, un paso en falso nos puede regresar al encierro. La única manera de evitarlo es extremar las precauciones que nos han repetido hasta la saciedad durante estos últimos dos meses

extra NEWS.- Estamos más cerca de volver a las calles, según se ha anunciado, pero no podemos descuidarnos. Seguimos sin una vacuna, a pesar de que el mundo entero se encuentre en una carrera para conseguirla. Tampoco tenemos un tratamiento eficaz contra la covid-19. Así que toca vivir una nueva normalidad en la que un paso en falso nos puede devolver al encierro. La única manera de evitarlo es extremar las medidas que nos han repetido hasta la saciedad durante estos últimos dos meses.

El coronavirus se contagia a través de las gotículas que expulsa al toser, estornudar o hablar una persona infectada. Al caer sobre superficies, podemos tocarlo y contagiarnos o esparcir el virus por otros lugares. De ahí la importancia del principal consejo de todos: la higiene. Debemos lavarnos las manos con jabón mucha frecuencia, frotando muy bien  durante 45 a 60 segundos. Evitar tocarnos la cara (lo hacemos mínimo 23 veces por hora), es la forma en la que el virus llega a las mucosas y entra en nuestro cuerpo.

A la calle, nos tocará salir con mascarilla. Y más importante: hay que practicar el distanciamiento social, manteniendo una distancia de dos metros con las demás personas. Y, al volver de las compras, habrá que seguir desinfectando todo aquello que salga y entre de casa. Toda la ropa (mascarilla incluida) a la lavadora, a más de 60ºC, a partir de esta temperatura muere el virus. Y, de nuevo, a lavarnos las manos.

Tengamos siempre presente los síntomas. Los principales y más comunes son la tos seca (que no produce expectoración), la fiebre, los problemas respiratorios y la fatiga. Hay quien pierde el olfato, pero es menos habitual. Y pueden llegar a aparecer lesiones en la piel o sabañones. Ante la manifestación de cualquiera de ellos, contacta por teléfono con tu servicio de emergencia local.

Si lo hacemos bien, recuperaremos lo valioso, perderemos el miedo, volveremos a abrazar a nuestros amigos y familiares, dejaremos de hornear pan como locos y de preparar levadura casera, tendremos citas en persona de nuevo, conciliaremos el sueño e incluso regresarán las pláticas en el pasillo de la oficina. Responsabilidad y paciencia.