Dinero, polarización y descontento: Claves para entender las elecciones de México 2024

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Creciente desprestigio de López Obrador y estrategia electoral. Influencia del dinero gubernamental en la contienda del 2024. Reto de retener el poder y asegurar la victoria de Sheinbaum.

Por: Jorge Arturo Estrada | El presidente está furioso. Cada día, el desprestigio de su gobierno crece. La demagogia mañanera, ya no alcanza para tapar los casos de corrupción, que se van revelando. Adicionalmente, las cifras preelectorales no son buenas. López Obrador, ya sabe que necesita mucho acarreo, y mayor abstencionismo, para que Claudia Sheinbaum gane sin problemas. Él, es el autor de la estrategia electoral de su candidata. Andrés Manuel, tiene encuestas cotidianas, detalladas y reales, de cómo avanza la candidatura y de cómo viene el cierre de su sexenio. Los estudios demoscópicos “cuchareados” son propaganda, para el consumo de los chairos, y de los votantes descuidados. A los primeros, para que no lo abandonen; y a los votantes libres, para que no acudan a las urnas.

Cada elección es diferente. Todas, y cada una, son muy caras y complejas. Ahora, en el 2024, Morena, y sus candidatos, son ampliamente apoyados por el dinero gubernamental estatal y federal, y por “donativos” de origen poco claro. Por su parte, el Instituto Nacional Electoral está debilitado; han sido cinco años de ataques, recortes presupuestales, y la incrustación de consejeros a modo. Esto, lo ha convertido en un organismo que emite decisiones titubeantes, tardías y poco efectivas. Así, llegaremos a la elección más importante de la historia moderna de nuestro país. Todo esto se da en el marco de un México, polarizado y convulso.

Para Andrés Manuel es indispensable retener el poder. Todo su sexenio ha trabajado en ello. Es una tarea enorme. Sin embargo, está consciente de que, a Claudia Sheinbaum y a Morena, no les ajusta el acarreo de 15 millones de electores, que son los que integran su voto duro. Sabe que requiere de por lo menos 26 millones, para ganar sin apuros el primer domingo de junio.

El escaso carisma de Sheinbaum, y sus pasivos personales, hacen la tarea más difícil. El desgaste a la figura del tabasqueño, con los enormes fracasos de su gobierno, van complicando los escenarios. Cada día, hay más mexicanos descontentos y desilusionados con la 4T. La corrupción e incompetencia son ya muy evidentes. Adicionalmente, han designado candidatos al estilo viejo PRI: una colección de impresentables.

Así, una fila de políticos exprianistas, desprestigiados, rodean a la aspirante presidencial. Entre ellos, Adán Augusto López, aspirante a Senador; Citlalli Hernández; César Yáñez, el nuevo millonario; el inefable, Gerardo Fernández Noroña, aspirante a senador; el doblado y repetidamente humillado, Marcelo Ebrard, aspirante a senador; Mario Delgado, líder de Morena; Manuel Velasco, el verde que reparte sobres amarillos; y el vapuleado, líder de nada, Ricardo Monreal.

Sin embargo, del lado de los opositores también hay una larga lista de personajes desprestigiados, que estarán listos a vender sus votos legislativos, si llegan a las cámaras y Morena se queda con la presidencia de la república.  Es época de elecciones y traiciones.